Esta semana santa no se compara con la del año pasado, sin embargo tuvo sus buenos ratos y agradables sorpresas. No tuvimos días libres, al menos que fueran a cuenta de vacaciones, así que prefería trabajar.
Por segundo año consecutivo, volví a ver a Rafael. Coincidimos en que esto de vernos una vez al año en semana santa se convertirá en una tradición. Lástima de tan poco tiempo y tanta la distancia. Si algún día volviera a S.L.P. seguro nos convertiríamos en buenos amigos. Pese a los 10 años de diferencia.
Estos días santos se resumen en: Una película en el cine, un par de cenas con Rafa, la visita de los enanos y una plática embriagante con la Dolly.
Hoy lunes... muero de ganas de verte. Por más lejos que te vayas, te las ingenias para seguir presente.
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